Las creencias son un tema que me apasiona mucho y que considero todos deberíamos conocer. En cualquier situación desafiante de la vida, podemos hacer introspección, analizar nuestras creencias y luego transformar las limitantes en potenciadoras para salir adelante.
Por eso, he preparado este artículo para ti, para ayudarte a ver lo que actualmente no estás viendo sobre ti mismo, sobre ti misma. Para que puedas entenderte mejor, y salir de los ciclos viciosos que te continúan ocurriendo por más que racionalmente busques lo opuesto.
¿Qué es una Creencia?
Las creencias son una valoración subjetiva sobre algo como verdadero.
Su etimología viene del Latin credere, que significa: «Tener fé, pensar que es posible». Y también de la raiz Indoeuropea ‘Kerd’, corazón, y ‘Dhe’, poner: «Poner el corazón», donde ponemos el corazón.
Las creencias determinan los permisos que nos damos a nosotros mismos para actuar y pensar, y con los cuáles también medimos al entorno. Las creencias, y por ende los permisos, forman las normas y los principios de acción de nuestra vida.
Es imposible que un ser humano funcione sin un sistema de creencias, porque por más subjetivas que estas sean, son nuestra realidad, nuestra verdad de la que nos apoyamos para construir toda nuestra vida. Es allí donde está su poder, y es allí donde esta su peligro.
«Hay una gran mentira: que somos limitados. Los únicos límites que tenemos son los límites que creemos”
– Wayne Dyer
Nuestra Perspectiva y las Creencias
Hace unos días, me topé con una ilustración del maestro Selcuk Erdem, en donde plasmaba a un rinoceronte pintando cuadros en la sabana Africana. En cada uno de los cuadros en los que capturaba la belleza de su hábitat, había pintado en el medio un cuerno; su cuerno de rinoceronte.
Está de más decir que esto llamó poderosamente mi atención. Lo tomé como una representación visual de que todos tenemos una perspectiva desde la cual miramos todas las cosas y medimos las acciones de los demás.
Todos tenemos un «cuerno» entre los ojos.
Y aunque asimismo, todos tenemos virtualmente los mismos ojos, nuestra forma de ver el mundo es tan única como nosotros mismos. De allí es que podemos enriquecernos unos de otros siempre y cuando así lo dispongamos.
“El hombre a menudo se convierte en lo que cree ser”.
– Mahatma Gandhi
Los Tipos de Creencias
Pero luego de la emoción sobrecogedora y tierna que me inspiró la pintura, un mensaje algo oscuro se asomaba desde el fondo: El cuerno, que le da una perspectiva única al animal, también se la limita.
¿Qué es el cuerno entonces? Fue la gran pregunta que me hice. La idea estuvo girando en mi cabeza por un tiempo hasta que me topé con una posible respuesta.
Nuestras creencias.
Son ese complejo y subjetivo sistema que conforma el universo de significados, leyes y valores que influyen en cada una de nuestras decisiones, desde las más grandes hasta las aparentemente insignificantes.
“Escucha tus pensamientos internos. ¿Te conducen a la felicidad y al éxito o a la infelicidad y al fracaso?”.
– Jerry Bruckner
Creencias Limitantes
Una creencia es limitante o potenciadora en relación a como nos auto-permiten la felicidad, el éxito o los objetivos que tenemos, estos últimos siendo tan subjetivos como las creencias mismas. Pero dentro de esta subjetividad, podemos tomar las necesidades humanas fundamentales como punto de referencia para entender si las nuestras son limitantes o potenciadoras.
En este sentido podemos entonces decir que las creencias limitantes son conceptos de la realidad que nos alejan de las personas, y que limitan la fé en nosotros mismos y en que podemos alcanzar nuestra felicidad plena. Son conceptos distorsionados de la vida que inconscientemente nos truncan nuestra autorrealización.
“No escuches la voz de la negatividad. ¡Escucha tu voz de posibilidad!”.
– Jerry Bruckner.
Creencias Potenciadoras
Cuando nosotros, los seres humanos, satisfacemos nuestras necesidades fundamentales de subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad, tenemos una posibilidad más alta de desarrollar más y mejores conceptos (creencias) potenciadores acerca de nuestra realidad.
Por ejemplo, si desde niños, cada vez que teníamos un problema, nuestros padres nos alentaban y daban una perspectiva positiva y de aprendizaje, eso fue enviando un mensaje a nuestro inconsciente. E inclusive y con más énfasis, cada vez que la familia pasaba por un momento duro, la actitud positiva de nuestros padres frente a estas situaciones nos envía otro mensaje contundente que va formando nuestro sistema de creencias acerca de cómo enfrentar problemas.
En este sentido, una creencia potenciadora no es la que pinta la vida sin dolor, sino la que contiene los patrones de pensamiento que nos van a permitir enfrentar los desafíos de la mejor manera posible; hacia lo positivo, el aprendizaje y el crecimiento.
“No tengas miedo de tus miedos. No están ahí para asustarte. Están ahí para hacerte saber que algo vale la pena.”
– Joy Bell C.
Transformar una Creencia
Te has puesto a pensar ¿de qué está compuesto el cuerno que llevas entre los ojos? Es sin duda una pregunta desafiante que puede hacer renegar hasta al más abierto de mente. Y como no, si nuestras creencias son lo más preciado que “poseemos”. Nadie quiere darse cuenta que ha pasado 20, 30, 40 años creyendo en algo “equivocado”.
Todas las creencias tienen una intención positiva. Cuando no se satisfacen nuestras necesidades fundamentales, la creencia se forma para protegernos del entorno. El problema es que la creencia limitante busca satisfacer esa necesidad de una forma distorsionada.
Así que, si analizamos nuestra conducta y somos humildes para escuchar y ponderar la opinión de los demás acerca de nuestro actuar, podemos toparnos con conductas negativas que tienen como raíz una creencia. Si encontramos la intención positiva de la misma, podemos entonces reformular una nueva creencia (potenciadora) que nos lleve a cumplir esa intención pero de una manera sana y positiva.
«Nuestras creencias sobre lo que somos y lo que podemos hacer, determinan precisamente lo que podemos ser.»
– Tony Robbins
Revisa en lo que crees, en las cosas que defiendes y por lo que luchas, allí en el fondo hay cosas muy interesantes para ver. Descubre tu cuerno entre los ojos y date la oportunidad de estar equivocado y de cambiar.
El rinoceronte estaba feliz pintando sus cuadros, porque al final del día, aunque no podamos verlo todo ni saberlo todo, si podemos decidir ser felices. La perfección no existe, pero si la excelencia de saber que estamos comprometidos a ser una mejor versión de nosotros mismos.
Un abrazo,
Luis.
Arte por Selcuk Erdem
Y antes de terminar, aquí te comparto unas frases más sobre creencias muy buenas.
Frases de Creencias
“Nunca permita que las limitaciones o inseguridades de otros limiten lo que es posible para ti”. – Hal Elrod
“Los únicos límites que tienes son los límites en los que crees”. – Wayne Dyer
“Cuando creas que eso es lo mejor que obtendrás, tendrás razón”. Vivek Naik.
“Para arreglar tus creencias tienes que encontrar el lugar dentro de ti donde nada es imposible”. – Deepak Chopra.
“En lugar de centrarse en por qué no se puede hacer algo, piense cómo puede hacerlo”. – Jerry Bruckner.
«Puedes ir tan lejos como lo permita tu mente. Lo que crees, recuerda, puedes lograrlo”. – Mary Kay Ash
“Toma conciencia de tu diálogo interno; ¿Qué te está diciendo esa voz dentro de tu cabeza todo el día?”. – Jerry Bruckner