Te pido que recuerdes alguna ocasión donde estabas enamorándote. Y en una de esas conversaciones cursis y románticas, tu pareja te resalta una característica tuya como algo hermoso. Y tu le dices algo así como “Wao! ¿De veras? Nadie nunca me había dicho eso”
Y es que a veces, el rasgo o característica que menos piensas acerca de ti, resulta ser lo que te hace único y diferente a los demás. Y así como aplica en la vida personal, también se aplica en la vida profesional y de negocios.
«Nunca fue tan fácil crear una marca. Nunca fue tan fácil que una marca resultase irrelevante.»
– Manuel Fernandez
Primero que todo ¿A caso los diferenciadores son sólo para las grandes marcas?
Bueno, te cuento que tu eres tu propia marca. Y no es algo que puedas elegir, siempre has tenido una marca y siempre tendrás. Los seres humanos estamos constantemente comunicando algo, aún así estemos en silencio. Y ahora, en pleno sigo XXI, nuestras redes sociales comunican quienes somos 24 horas al día.
Eres tu propia marca, ya que donde vas dejas una huella de quien eres. A lo largo de tu carrera has creado una reputación sobre tu forma de ser y de trabajar. Podríamos preguntarle a todos tus jefes y compañeros que te describan y obtendríamos un perfil profesional tuyo. Y por último, podríamos ver tus redes y extraer información sobre tu forma de ser ¿Lo ves?
Míralo del lado positivo; no puedes escapar de esto, así que ¿por qué no mejor aprovecharlo y usarlo a tu favor?
“En el ruido publicitario de hoy, a no ser que te hagas notar y creer, no tienes nada”
– Leo Burnett
Por eso hoy te quiero contar cómo puedes tomar todo lo que conoces de ti para identificar qué es lo que te hace un profesional diferente del resto y que puedas usarlo a tu favor para lograr tus metas profesionales.
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Un abrazo,
Luis.
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